miércoles, julio 13, 2011

Shale gas transforma la matriz energética de Norteamérica

El auge de esta nueva tecnología de explotación ha llevado a la reducción del precio del gas natural.

La nueva década inicia con un cambio relevante en la geografía del mercado global de la energía.

La aplicación de nuevas tecnologías para la explotación de los complejos yacimientos de gas natural no asociado atrapados en arcillas compactas, conocidos como shale gas, le están dado la vuelta a la canasta de energía de Norteamérica, e incluso, plantea escenarios en los que cambiaría la actual dinámica del mercado y esta región es punta de lanza.

La tecnología para el shale gas, hoy sólo disponible en Estados Unidos, se basa en métodos de fracturación hidráulica de las capas arcillosas de los yacimientos, por lo que el desarrollo y explotación de estas reservas están directamente ligadas al suministro de agua que se inyecta, a presiones de 41 mil kilopascales aproximadamente 6 mil libras) por pulgada cuadrada, para romper las formaciones rocosas a gran profundidad. 

El primer impacto de las innovaciones en la fracturación hidráulica fue en extremo positivo: entre 2007 y 2008 las reservas de gas natural en Estados Unidos pasaron de 1,342 trillones de pies cúbicos a 2,011 trillones de pies cúbicos, un crecimiento aproximado de 50%, esto en tan sólo un año, gracias a la incorporación de los yacimientos de shale gas a las reservas probadas de gas natural en ese país.

Antes de la nueva tecnología, las reservas de shale gas no se contabilizaban en las reservas comercialmente explotables, pues su extracción con los métodos hasta ese momento existentes resultaba poco o nada rentable. Hoy, el escenario ha cambiado y generó el segundo gran impacto: una transformación en la matriz energética de Norteamérica. Por ejemplo, se estima que poco a poco el gas natural y las energías verdes desplacen al petróleo y sus derivados y tengan una mayor predominancia como energía primaria en la capacidad de generación eléctrica adicional del futuro.


Hacia finales de 2008, un tanto inesperadamente, el precio del gas natural en Norteamérica comenzó a bajar, resultado de la crisis económica global y su consecuente baja en la demanda de energía. Sin embargo, este valle se ha prolongado, generando estabilidad en el precio del hidrocarburo a niveles menores a los 5 dólares por millón de BTU. La expectativa común de los analistas es que este escenario de estabilidad y precio bajo se prolongue durante 2011, derivado de la lenta e inestable recuperación económica y demanda industrial, así como de la incorporación de volúmenes de shale gas a las reservas probadas de gas natural de la región.

Paradójicamente, hace 10 años, el mercado del gas natural de Norteamérica era de los más caros del mundo. Hoy, la región tiene a su favor el precio más bajo para este energético, incluso por debajo de Rusia o Argentina, y éste es el tercer gran impacto de la incorporación del shale gas. Como referencia observamos el precio del gas natural licuado (GNL), en Altamira y Cove Point (Maryland), es menos de la mitad de España, Corea o Japón.


Así, Norteamérica observa que la tendencia del precio del gas natural se va separando de la tendencia del precio del petróleo, que obedece a un mercado global.

La disponibilidad de tecnología y la abundancia de reservas de gas en campos convencionales en otras zonas del mundo, provocan que el shale gas todavía no tome la relevancia que ha adquirido en Norteamérica. Sin embargo, poco a poco la abundancia de este tipo de campos hará que, en la medida en que declinen los campos convencionales, estas fuentes no convencionales de gas incrementen su peso en las reservas y producción internacional.


La participación del shale gas en la producción total de gas natural en Estados Unidos va en aumento y las expectativas hacia el futuro lo plantean incluso como una fuente de producción que permitirá reducir la dependencia a las importaciones de gas natural en Estados Unidos.


Sin embargo, la innovación tecnológica no es la única razón que provoca el posicionamiento del gas natural en la matriz energética mundial. Por su naturaleza es un combustible más limpio, que provoca menores emisiones de bióxido de carbono con relación al petróleo. De esta manera, el gas natural será en las próximas décadas el complemento perfecto de las energías verdes o renovables


Tomado de: Energiadebate.com

Estrella Polar: la vida en una plataforma petrolera

La plataforma de perforación 'Estrella Polar' de Rusia es una de las más grandes del mundo, capaz de perforar a profundidades sin ...