martes, julio 12, 2011

Derrame de crudo en el río Yellowstone por avería de ExxonMobil

Sin recuperarse completamente de los daños causados por el derrame de la plataforma petrolera en el golfo de México de la compañía British Petroleum, en 2010, Estados Unidos afronta desde el pasado fin de semana el desastre de otro vertido, esta vez de la compañía ExxonMobil, que reportó la liberación de al menos mil barriles de petróleo al río Yellowstone por la rotura de una tubería.

Un comunicado de la petrolera precisa que la avería se produjo en la noche del viernes, entre las ciudades de Laurel y Billings, estado de Montana, y que el crudo había llegado hasta ese momento a los 130 kilómetros de distancia, por lo que las autoridades locales tuvieron que forzar las evacuaciones en las márgenes del río.

ExxonMobil reconoce no obstante, que el desastre fue detectado en la mañana del domingo y aunque la tubería ha sido taponada, admite la gravedad del accidente y subraya que trabaja a fondo para solucionar el problema y determinar las causas que lo ocasionaron.

Gary Pruessing, presidente de la compañía, asegura en el texto que ya se ha puesto en marcha “un plan detallado” que indica públicamente cómo se está limpiando el petróleo que aparece y cómo se buscan más restos.

El Departamento de Desastres y Emergencias de Montana apunta a priori a las graves inundaciones que sufren varios estados del centro y norte del país como la posible causa de la ruptura de la tubería, situación que también está complicando los trabajos de limpieza.

Las autoridades temen que la corriente traslade el petróleo al río Missouri, del que el Yellowstone es un afluente, y que la consiguiente marea negra llegue hasta Dakota del Norte. Los equipos de respuesta estatales y de Exxon recurrieron ayer a diversos mecanismos para tratar de absorber el petróleo en el río, y esperaban recibir refuerzos especializados en la respuesta a vertidos: “Estamos trayendo a expertos de todo el país para poder limpiar el crudo”, agregó Pruessing.

La reputación de la compañía, la mayor empresa petrolera que cotiza en bolsa en el mundo, quedó marcada en 1989 cuando el petrolero Exxon Valdez encalló en la costa de Alaska y vertió más de 40 millones de litros de crudo al mar, en lo que se considera una de las mayores catástrofe medioambientales de la historia. Tras ese accidente, que marcó un antes y un después en la industria petrolera estadounidense, Exxon se esmeró en mejorar sus estándares de seguridad.

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