martes, julio 12, 2011

Petróleo: una bonanza sin crudo



Una producción récord y buenos precios internacionales son los ingredientes del llamado boom petrolero que le ha representado al país el 40% de las exportaciones. Sin embargo, los grandes hallazgos de crudo aún no se concretan y las reservas estimadas en 2 millones 58 mil barriles se agotan.

La producción de petróleo en Colombia ha llegado a los niveles más altos de su historia. El país está produciendo alrededor de 927 mil barriles diarios, la cifra más alta después de 1999, cuando se alcanzó una producción de 788 mil barriles. Y las expectativas son mejores: el Ministerio de Minas y Energía estima que la producción pronto superará el millón, y para el 2014 será de un millón 150 mil. Todo un hit petrolero.


También han jugado a favor los precios internacionales del crudo. El barril, como nunca, ha logrado cifras récord y el precio actual oscila alrededor de los 93 dólares. Precio y producción son los elementos de lo que muchos han denominado “bonanza” petrolera.


Desde el 2007 se ha acelerado de manera importante la producción nacional: de 531 barriles para ese año, se pasó a 785 mil en el 2010. Este panorama desbordado de optimismo, sin embargo, no es completo. Los expertos advierten que las reservas del país se agotan y si no se descubren nuevos yacimientos en menos de 10 años, se tendrá que importar crudo.


Germán Corredor, director del Observatorio Colombiano de Energía, destaca que en la historia petrolera del país tan solo se han descubierto 4 ó 5 grandes yacimientos, como es el caso de Caño Limón y Cusiana. “Desde hace 20 años no hemos tenido noticia de un gran hallazgo. De suerte que se han encontrado pequeños depósitos que han mantenido las reservas estables, pero no hay un incremento importante de estas, aunque sí de la producción”. 

Reservas: ¿hasta cuándo?


A diciembre del 2010, las reservas nacionales de petróleo ascendieron a 2.058 millones de barriles, y según las proyecciones oficiales, la autosuficiencia se mantendrá hasta el 2020. Sin un aumento significativo, una producción creciente y mejor tecnología para extracción en los campos maduros, en pocos años el país no podrá abastecerse.


Bajo esta mirada, ¿es posible hablar de una bonanza petrolera? ¿Hasta cuándo será autosuficiente el país en materia de combustibles?. Alejandro Martínez, presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), en una entrevista concedida a UN Periódico a finales del 2010, explicó cuáles han sido las razones del buen momento del petróleo. “Lo que ha ocurrido es que se ha podido aumentar el nivel de recobro en campos pequeños, que se habían descubierto con anterioridad, con base en cuantiosas inversiones y utilizando tecnología de punta. Esto ha sido posible por dos factores: la política petrolera, proclive a inversiones en campos viejos, y una disparada del precio del petróleo, que tradicionalmente estaba entre 17 y 18 dólares”.


En esta industria, las compañías multinacionales son bastante optimistas. La inversión privada ha crecido ostensiblemente y de acuerdo con los estimativos de la ACP, en los próximos años se podrían hallar cerca de 3.600 millones de barriles de petróleo.

Reservas: ¿hasta cuándo?. A diciembre del 2010, las reservas nacionales de petróleo ascendieron a 2.058 millones de barriles, y según las proyecciones oficiales, la autosuficiencia se mantendrá hasta el 2020. Sin un aumento significativo, una producción creciente y mejor tecnología para extracción en los campos maduros, en pocos años el país no podrá abastecerse.


Bajo esta mirada, ¿es posible hablar de una bonanza petrolera? ¿Hasta cuándo será autosuficiente el país en materia de combustibles?


Alejandro Martínez, presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), en una entrevista concedida a UN Periódico a finales del 2010, explicó cuáles han sido las razones del buen momento del petróleo. “Lo que ha ocurrido es que se ha podido aumentar el nivel de recobro en campos pequeños, que se habían descubierto con anterioridad, con base en cuantiosas inversiones y utilizando tecnología de punta. Esto ha sido posible por dos factores: la política petrolera, proclive a inversiones en campos viejos, y una disparada del precio del petróleo, que tradicionalmente estaba entre 17 y 18 dólares”.


En esta industria, las compañías multinacionales son bastante optimistas. La inversión privada ha crecido ostensiblemente y de acuerdo con los estimativos de la ACP, en los próximos años se podrían hallar cerca de 3.600 millones de barriles de petróleo.

“Se espera incorporar 3.600 millones de barriles nuevos en esta década. Eso implica unos 90 pozos exploratorios perforados al año y más de 4.000 millones de dólares anuales de inversión extranjera durante la próxima década; estos niveles, así como las cifras en materia de explotación y de nuevas reservas que nos llevarían a contar a partir del 2012 con más de un millón de barriles de producción diaria durante diez años, son noticias excelentes para el país”, anticipó Martínez.


Para encontrar el recurso, Ecopetrol –cuya producción representa el 61% del total del país– ha iniciado una intensa labor exploratoria. La empresa lidera proyectos en un área cercana a los 17 millones de hectáreas, a diferencia del 2002 cuando tan solo exploró en 9 millones.


Por el lado de las multinacionales, la tendencia es la misma: explorar. En Colombia, el sector privado participa con el 50% de la inversión para proyectos orientados a encontrar petróleo. El reto es ubicar nuevos yacimientos que permitan mantener la tendencia creciente de la producción. 

Prudencia ante las cifras


Carlos Rodado Noriega, ministro de Minas y Energía, muestra un optimismo moderado y prefiere evitar palabras como “boom” o “bonanza”. Para el funcionario, es evidente el auge de los hidrocarburos; esto a su vez se ha visto reflejado en el incremento de los ingresos en el sector. “Tenemos que ser conscientes de que, cuando se hacen proyecciones de precios y cantidades, es necesario incluir factores de incertidumbre. Hay que tener un poco de prudencia”.


Gran parte de este buen momento se debe a la producción de crudos pesados, poco apreciados hace algunos años. Estos se distinguen de los ligeros porque su rendimiento en gasolina es menor, es más denso y viscoso, lo que aumenta los costos de extracción, transporte y refinación. 

Los campos de Rubiales y Castilla, en los Llanos Orientales, se constituyen en una de las reservas más importantes de crudos pesados en el país. Durante los últimos cinco años se ha disparado su producción, y empresas como Pacific Rubiales Company, con presencia en el campo Rubiales, reportan una producción aproximada a los 200 mil barriles diarios.
Académicos y economistas señalan la importancia de desarrollar nuevos talentos, invertir en conocimiento y apalancar grandes proyectos de infraestructura. Ciencia y tecnología son palabras clave para hacer la transformación de un país exportador de materias primas a una nación con una industria petroquímica fortalecida, que pueda competir en los mercados internacionales. ¡Que el buen momento que atraviesan los hidrocarburos permita ver sus beneficios aún en la escasez!


¿Por qué los crudos pesados se volvieron tan importantes? El profesor Sergio Lopera, de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional en Medellín, explica que “el precio del barril en los mercados volvió muy atractiva la extracción de esta clase de crudo. Extraer crudo Castilla cuesta 7 u 8 dólares el barril, en un escenario de precios de 9 dólares el barril no es negocio, pero cuando los precios suben como ha sucedido estos últimos años, el crudo Castilla perfectamente se puede vender por encima de los 50 dólares”.


Sin grandes nuevos hallazgos y con proyectos de exploración en ejecución a toda máquina, el desafío más inmediato es desarrollar una tecnología que permita reducir la incertidumbre en la etapa de exploración.


 Fuente: Unimedios





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